El principio de la integralidad
La educación preescolar, además de continuar y reafirmar los procesos de socialización y desarrollo que los niños traen de su casa, los introduce al mundo escolar y les crea condiciones para continuar en el, potenciando sus capacidades a partir del desarrollo de todas sus dimensiones como seres humanos para que logren desenvolverse digna, plena, autónoma y libremente.
El principio de participación
La participación hace referencia a la vinculación activa, consciente y permanente de la familia, la sociedad y el Estado, como comunidad educativa, con el objeto de garantizar a los niños y a las niñas su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos.
El principio de la lúdica
El juego es el principal dinamizador de la vida del educando, principalmente, del menor de preescolar. Mediante el juego, el niño construye conocimientos. De igual forma, la atención se va haciendo más sostenida y la capacidad perceptiva se va convirtiendo en elemento fundamental para el desarrollo de las otras capacidades que se unifican en el proceso de pensar.